Y en los tiempos que corren, a veces me da por gritar.
Gritar por sentirme indefenso ante determinadas cosas.
Gritar por los nervios, siempre tan presentes en mi vida.
Gritar que puede que mi futuro se venga abajo en dos semanas sino me esfuerzo.
Gritar por odiar a gente y tener que reprimirlo.
Gritar por que los demás no se den cuenta de lo que tienen.
Gritar por que mi hermano es un pesado y no me deja concentrarme.
Gritar por no tener tiempo libre.
Gritar por impotencia.
Siento no poder pasarme como quisiera, ni actualizar, ni responderos. No significa que haya dejado el blog de lado, sino que ahora mismo no está entre mis prioridades. Y si, últimamente estoy un poco a la que salto, tengo los nervios a flor de piel... Sino muero en esta de un infarto ya nada podrá acabar conmigo.
PD: Y para colmo, como no, los funcionarios de huelga y nos retrasan la selectividad un día. Trabajan poco y encima se quejan por un reajuste económico necesario. ¿Nunca habeís tenido que ir a hacer algun papel oficial y te dicen: "No, es que está en el descanso. Vuelva en un ratico"? Si quien vive bien en este país...